En primer lugar, me gustaría plantearos la siguiente pregunta: ¿Es posible que entrenando pueda caer enfermo?
Antes de dar respuesta a la pregunta planteada es conveniente conocer el proceso del entrenamiento. 5 sencillos pasos, vamos a ello:
Primeramente, el objetivo del entrenamiento es estimular (1) nuestro organismo, estos estímulos generan un desequilibrio ya que estamos sometiéndolo a un estrés fisiológico, rompiendo la llamada homeostasis (la capacidad del organismo en mantener una condición interna estable), dicho estrés genera una fatiga (2), la cual tendrá una relación directa con la magnitud de la carga del estímulo, una vez superada la fatiga y donde entran en juego los diferentes mecanismo de recuperación (buena alimentación, calidad y horas de sueño, …) nuestra condición física mejora en comparación con nuestro estado previo al entrenamiento, manifestado gracias a la supercompensación (4) y adaptación (5)del entrenamiento. Por tanto, si el estímulo que realizas en tu organismo es mínimo, no tendrá efectos de mejora respecto a tú estado inicial y como contrapartida, si el estímulo de entrenamiento es excesivo o el periodo de recuperación no es suficiente, es donde encontramos el verdadero problema para nuestra salud, pues se puede empezar a producir el Síndrome del Sobreentrenamiento (SSE) o en la bibliografía inglesa, también es conocido como (Burnout)
De esta manera, queda más que respondida la respuesta anteriormente planteada, debemos ser conscientes que más, no siempre es mejor. Mi intención no es generar miedo, pero se deben conocer los diferentes grados que pueden llegar a alcanzar, desde un SSE leve en el cual tras unos días de recuperación vuelves a alcanzar un estado normal y así, continuar con tu entrenamiento sin limitaciones, a pasar por un SSE crónico donde el cuadro clínico es extremadamente severo y requiere de hospitalización.
Tranquilos/as, se lo que os estáis preguntando, el SSE no se produce por algún día haberte pasado de rosca en el entrenamiento, son varias las causas, te facilito algunos ejemplos:
- Excesivos entrenamientos continuos de alta intensidad.
- Falta de recuperación entre estímulos o sesiones de entrenamiento.
- Excesivo volumen de entrenamientos.
- “No respetar la progresión de las cargas” (principio del entrenamiento).
- “No periodizar los entrenamientos”.
Así pues, siempre aconsejaré que se establezcan planes de entrenamiento individualizados y adaptados a cada individuo, debemos saber que cada persona tiene unas zonas metabólicas de entrenamiento, porque lo que para una persona puede suponer un estímulo excesivo, para otra, es demasiado escaso. Hay varias estrategias para prevenir o al menos darnos cuenta lo antes posible que se está produciendo en un deportista el SSE, os facilito algunas a continuación.
Por una parte, la Percepción Subjetiva de la Carga (Equivalentes de Carga Subjetivos, Cejuela y Esteve, 2011) al finalizar cada sesión de entrenamiento, deberán valorar del 0 al 5 el tipo de esfuerzo de la sesión, si por ejemplo nos encontramos en un microciclo de ajuste (volumen e intensidad poco elevados) no tendría sentido marcar valores altos de ECS.
De otro modo, también es interesante cuantificar la carga de entrenamientos mediante ECS´s (Equivalente de carga objetiva) ya que del siguiente modo te permite conocer si el deportista está realizando la carga objetivo prevista, o en cuyo caso, realiza más o menos de lo que en teoría podría asimilar por su nivel.
Es importante añadir, que existen otros métodos para detectar el SSE, como por ejemplo, el POMS (método empleado para medir los estados de ánimos) basado en realizar una serie de preguntas al finalizar el microciclo de entrenamientos y en función de tu estado de ánimo se suben o bajan las cargas, además de aportar información relevante a la relación testosterona/cortisol (suele ir decayendo a medida que se aumenta la intensidad del entrenamiento) y así, aportar más información. También encontramos otros métodos más objetivos como puede ser una analítica de sangre, en la cual los valores de CK (creatinquinasa), la urea, hemoglobina, … nos dan mucha información de como esta adaptando las cargas nuestro deportista. Como se suele decir, cuanto más azúcar más dulce, es decir, cuantos más parámetros en relación con el entrenamiento y el deportista podamos cuantificar mejor que mejor.
“La ciencia sin experiencia esta coja, y la experiencia sin ciencia esta ciega”
Albert Einstein